Hoy empezaba realmente nuestra estancia en Paris. El día empezaba pronto y es que a las 7:45 estaba ya despierto, me he levado la cara, cambiado, me he puesto una lentilla (sí, sí has leído bien, solo me he puesto una) y he bajado a desayunar. Todos sabemos que por mucho que digan la comida francesa no es uno de sus fuertes, al menos en los campamentos. Sin embargo, he de decir que el desayuno estaba rico. Cereales, pan, zumo y un par de yogures. Nada mal. Después ha tocado ese momento que ninguno de nosotros quería que llegase. ¿sabes el típico examen que te hacen para separarte por grupos? Pues ese. Una vez finalizado examen oral misión cumplida.
Empezaba el tiempo libre, y como somos españoles se nos ha ocurrido jugar un partido de futbol. Por aquí, todos me conocen como vasco o como Aduriz ¿por qué será…? Y efectivamente, he marcado gol, y además de cabeza. Y eso que mido metro y medio. No es necesario decir que las porteras eran dos chicas turcas. De todos modos, ha sido un bonito gol por la escuadra. Con él, empezaba la remontada de los españoles. Una vez acabado el futbol era la hora de la comida. Eran las 13:00 y no se como pero tenia hambre como diría mi amigo Obelix “para comerme un jabalí” he ido a hablar con el cocinero y me ha dicho que tenia que esperar 15 minutos para mi comida. Yo estaba emocionado, pensaba que me iban a sacar algo rico. Hasta que ha aparecido una brocheta de un pescado desconocido mas seco que comer harina a cucharadas. Pero como se suele decir “cuando hay hambre no hay pan duro” total, que ha ido todo para dentro.
Era el momento de la primera clase, ¡Qué nervios! Hora y media de clase. Nada que destacar y es que aun era el primer día. Después ha empezado el verdadero espectáculo. Hay unos talleres diarios y esta semana me ha tocado teatro. Entonces teníamos que pensar una obra para representar delante de todo el mundo el viernes. Y me ha tocado con una española y con un ruso. Hemos pedido ayuda a un profesor para explicar al ruso lo que habíamos pensado y, entonces tras 15 minutos de explicación tanto en ingles como en francés y una vez que el chico nos había dicho que había entendido todo se ha ido el profesor. Nada mas irse, me dice el ruso, perdona, ¿puedes explicarme todo por favor? No dábamos crédito.
Como veis ha sido un día completito. Sin apenas momentos de respiro. Y, ¡ojalá esto siga así!