Sábado, 7:30 de la mañana. Bilbao duerme, o está de fiesta. Yo en cambio también estoy en la calle, con el Long. Muchos os preguntaréis, y tú que coño haces un sábado a las 7:30 de la mañana con el long?

La respuesta es bastante fácil, aprovechar el mejor momento del día para hacer lo que más me gusta en el mundo sin nadie que me moleste. Disfrutar del mejor momento no solo del día sino de la semana e incluso del mes. Me acompaña una playlist de canciones que transmiten positivismo y los basureros de bilbao.
Patada tras patada, patada tras patada, patada tras patada, iba avanzando en mi camino, un camino que no sabía a dónde me llevaba. Un poco como en mi vida. Solo sabía, que como dice una de las personas que más admiro, lo único que me puedo pedir es ACTITÚ.
Sabía que tenía un día duro por delante. Concretamente, 6 horas de ingles, una comida y un partido de fútbol. Después cenaría con mis padres y me iría a casa. Todos los adolescentes de mi edad estarán en las fiestas de las arenas, también conocidas como fiestas de las mercedes. Sin embargo, ¿que adolescente estaba a las 7:30 de la mañana dándole al patinete?
Ninguno, ¿Por qué no hago las cosas propias de los adolescentes de mi edad? Eso seguro que lo pensaréis algunos. Simplemente por qué no me gustan. No me gusta salir de fiesta hasta las 8 de la mañana. No me gusta beber en la calle, no me gusta desperdiciar el día siguiente por ello. Prefiero salir de buena mañana a hacer deporte, empezar el día con energía y con ACTITÚ, sobre todo con ACTITÚ.
Y esa es la lección de hoy, muchas cosas pueden ir mal, pero con ACTITÚ, aunque no os lo creáis somos capaces de darle la vuelta a cualquier situación adversa. Porque como dicen los de Aquarius: «El ser humano es extraordinario».
Que razón tienes, Guillermo. La actitud es fundamental; como también lo es la personalidad y no dejarse arrastrar por lo que a mayoría opina si a un no le gusta o le parece bien,
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