EMPECEMOS POR EL DÍA 1.

Como ya os dije, las convulsiones empezaron el lunes a la tarde, fueron a más y decidimos ir a IMQ. Allí, tras una noche y día y medio en un Box me ingresaron. Solo había un pequeño problema. No había equipo de Neurología, que es lo que yo necesitaba.

Cuando subí a planta, mis primeras noticias fueron que me iba a la UCI y que me estaba muriendo, pero sigo aquí, listo para dar guerra, Tras un unos días más en planta me derivaron a Basurto. Y aquí me encuentro,

Tras probar la más alta tecnología, conocer 3 compañeros de habitación diferentes (algunos más difíciles que otros), y una punción lumbar, siguen sin saber que tengo.

Cada día intento caminar unos metros, me cuesta, pero no me quiero quedar en silla de ruedas, y tengo que aprovechar las facilidades que aquí tengo. Así que poco a poco ir sumando metros, como decía Valentí San Juan «brazada tras brazada» y siempre con actitud.

¡Vamos por ello!

Deja un comentario