DÍA 5

 El día 5 fue un día raro. Me desperté especialmente drogado por la medicación, pero aun así me sentía bien, Paseé la noche dormí con un compañero nuevo, otro más. Éste había tenido un problema de corazón, y vino a urgencias creyendo que le estaba dando un ictus, le hicieron las pruebas y salió que todo estaba bien así que a media mañana se fue.

Aún quedaba un tercer compañero de habitación por llegar, pero a él le conoceréis más adelante.

Como os he dicho, y aunque me grité para soltar la rabia con mi padre, salí al pasillo y caminé hasta no poder aguantar más. ¿Os acordáis que os dije que el primer día anduve medio pasillo? Pues aquel día anduve 6 yo solito, sin agarrarme. Eso sí, según llegué a la habitación me metí a la cama y me quedé dormido.

Este, fue el primer día en que lloré a una enfermera. Me bajaron a hacerme las 3 pruebas del cerebro, y una hubo que repetirla porque no tenía demasiado buena pinta. Fue entonces cuando decidí llamar a una enfermera de estas mayores, de las que hablan contigo mientras esperas, de las que notan que estás asustado, le di un abrazo y rompí a llorar.

Subí a la habitación, había estado cerca de 3 horas fuera y como no; me quedé dormido.

Los días en el hospital se iban acabando, pero si queréis saber cómo siguieron tendréis que esperar a los próximos postas.

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