Y de repente, sin saber muy bien cómo ni por qué, cuando todo parecía ir increíblemente bien llega un iceberg que pretende acabar con tu Titanic particular.
Es curioso cómo parece cambiar y fluir la vida en cuestión de meses, semanas o incluso días. Es raro también ver cómo aun cuando todo parece ir bien – amigos, trabajo, deporte, notas… – te sientes vacío, sin motivación ni demasiadas ganas de seguir adelante con todos los proyectos que tenías. Y eso que sigues siendo el flipado del Stay Positive.
Empiezas a darte cuenta de que has enfocado mal tu vida, francamente mal de hecho. Siempre has hecho mil cosas; proyectos solidarios, intentos de empresas o asociaciones en la universidad. Pero no ha sido hasta ahora que te has dado cuenta de que todo este esfuerzo, toda esta actividad no diré que ha sido en vano, sino que simplemente estaba mal encaminada.
Soñaste – y sigues soñando – con tan pronto como puedas cruzar el charco e irte a vivir a Estados Unidos, trabajar en Wall Street (puto flipado que eres Guillermo) y empezar allí una vida nueva. No nueva, simplemente diferente.
Empiezas a aplicar a empresas, empiezas a rellenar formularios, hacer entrevistas y ves que sí, que has hecho muchas cosas pero que ninguna contribuye a lo que realmente quieres hacer.
Además, como viene siendo habitual llegan momentos con picos de estrés, agobios por la universidad, por todos los proyectos que de repente parecen solaparse, escoger bien dónde coño te irás de Erasmus y no te dan los plazos. Empiezas a ver todo mucho más negro de lo que realmente es.
Y como no, escribes, escribes para decirle al mundo todo lo que hasta ahora no te has atrevido, todo lo que te preocupa y no te deja dormir, todo lo que quieres gritar, pero no tienes voz.
A todo esto, le sumas algún que otro agobio en lo personal, y tienes un maldito cóctel molotov entre manos. Cóctel que sabes que acabarás apagando como haces siempre, aunque ahora mismo ni siquiera sepas cómo empezar.
“Calma Guillermo, todo pasa por algo y puede que ahora no lo veas y todo te parezca una mierda, pero al final, todo cobra sentido”.
Me preocupa verte asi. No estoy de acuerdo con que todo estuviera mal enfocado. ¿Acaso no tuvo sentido crear un blog movido por el bullyng escolar sufrido que pudiera ayudar a otros en esa situacion, aportando una vision en positivo y compartiendo herramientas para hacerle frente?¿No ha sido muy enriquecedor en todos los sentidos haber dado tus primeros pasos como emprendedor creando una linea de ropa?¿Te arrepientes de verdad de tus horas de dedicacion al tenis, primero aprendiendo, luego mejorando y compitiendo y ahora impartiendo clases?¿………. . Creo que ahora es cuando estas desenfocado y no antes. No te debes obsesionar con el triunfo profesional al margen del personal; ambos deben ir de la mano. Por cierto, no creo que trabajar en Wall Streat sea lo mas enriquecedor ni garantia de felicidad automatica y eterna. Es mas, creo que puedes llegar mucho mas lejos que eso en tu desarrollo personal y vital si juegas bien tus cartas. Tienes los recursos para ello. Por todo esto, creo que debes tranquilizarte y verlo todo en perspectiva, asi como redefinir tus objetivos personales valorando tanto el plano personal como el profesional. Si actuas con cabeza y corazon y perseveras, todo acabara saliendote bien.
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